Fallo en Metroid para Nintendo NES: el Glitch que arruinó mi partida
Por culpa de un fallo en el juego, comúnmente llamado glitch, se ha fastidiado la partida.
Seguro que os ha pasado alguna vez. Estás jugando tan felizmente, ya sea en consolas retro o plataformas modernas, y de repente tu personaje se mete sin querer en un sitio del que no puede salir. En los sistemas antiguos, la única solución era pulsar el botón Reset; en los actuales, cargar la partida anterior. Un pequeño error técnico capaz de convertir la diversión en desesperación.
Pues eso mismo me ha ocurrido hoy jugando al Metroid de NES. Nunca lo había jugado a fondo, y llevaba unos buenos 30 o 40 minutos explorando, disfrutando del ritmo pausado y la atmósfera tan característica del juego. Todo iba perfecto hasta que, de repente, caí en un hueco entre una estatua y la pared. Samus quedó totalmente atrapada, sin posibilidad de moverse ni escapar. La única salida era reiniciar... y con ello, decir adiós a toda la partida.
Supongo que todos hemos vivido algún momento similar en nuestra vida jugona: ese instante en que el juego se rompe, el progreso se esfuma y solo queda mirar la pantalla con resignación. Pero, curiosamente, también son esos pequeños fallos los que hacen que las partidas se vuelvan memorables. Con los años, recordamos más ese glitch frustrante que muchas partidas normales.
Y aunque en su momento daba rabia, hoy es parte del encanto de los juegos clásicos: esa sensación imprevisible, esa fragilidad técnica que hacía de cada partida algo único. Así que, aunque perdí mi progreso en Metroid, al final me quedo con la anécdota... y con ganas de volver a intentarlo.
Un saludo, y que los glitches os pillen siempre con un punto de guardado cerca.